Una exposición que se articula sobre una serie de obras paradigmáticas de Ferrari y propone restituir la trama histórica y social en las que fueron concebidas. Ferrari fue un artista que desde sus inicios se posicionó políticamente a través de sus piezas y sus declaraciones públicas.
León Ferrari se posicionó críticamente frente al poder a través de sus piezas y sus declaraciones públicas. Esta actitud tiene su origen en 1965 cuando presentó un Cristo de santería crucificado sobre un avión de guerra estadounidense bajo el título La civilización Occidental y Cristiana. La pieza (que denunciaba las atrocidades de la guerra de Vietnam) fue censurada, atacada por la crítica, escondida y extraviada. Hoy la obra es un símbolo de la lucha contra la barbarie y la violencia desbordando los límites de la historia del arte
La exposición de “Prosa política” articula una serie de piezas que comparten el modo de intervención pública que emerge con la civilización occidental y cristiana. Las palabras del artista, los artículos de prensa y los documentos históricos presentados restituyen la complejidad del programa estético y ético de León Ferrari.
“El arte no será ni la belleza ni la novedad, el arte será la eficacia y la perturbación” _ León Ferrari, El arte de los significados, 1968
Curaduría: Georgina Ricci
Investigación: Yanina Bossus, Nadia Insaurralde, Georgina Ricci, Andrea Wain
Bono contribución $ 20
Inaugura: viernes 5 de abril a las 19:00 hs.
Del 5 de abril al 1 de septiembre de 2019
Museo Castagnino – Av. Pellegrini 2202
León Ferrari
(Buenos Aires, 1920 – 1 de julio de 2013)
Artista argentino de trayectoria internacional, ineludible para los desarrollos del arte contemporáneo, siendo uno de los principales referentes de la corriente estético-política. Sus imágenes cuestionan aquellas tradiciones políticas y culturales que atentan contra los derechos humanos y la libertad de expresión al mismo tiempo que promueven un arte vinculado con el contexto vigente.
Estudió Ingeniería en la Universidad de Buenos Aires y trabajó en esta profesión hasta 1976. Si bien en los años 40 realizó algunas pinturas al óleo, en los años 50 trabajó la escultura con diversos materiales: cerámica, yeso, cemento, madera y alambres, comenzando a desarrollar hacia 1954 las primeras líneas de un lenguaje, con el que luego asumió una posición decisiva ante la realidad contextual y artística. En sus abordajes se entrecruzan “la sostenida problematización del poder, el cuestionamiento de los valores éticos y estéticos dominantes, la representación de la violencia, la celebración de la sensualidad, las indagaciones sobre el erotismo, el uso del montaje, las repeticiones, la literalidad, la ironía, el humor”.
En su extensa producción artística se destacan obras como Cuadro Escrito (1964), central para el arte conceptual internacional, y La Civilización Occidental y Cristiana (1965), pieza paradigmática en la tradición de la vanguardia estético-política del arte del siglo XX. Luego de la heroica experiencia colectiva de Tucumán Arde (1968), en 1972 integra al Foro por los Derechos Humanos y al Movimiento contra la Represión y la Tortura. En 1976, abandona el país por razones políticas, radicándose San Pablo, Brasil, donde permanece hasta 1991, Momento en que retorna a Argentina.
En su exilio retoma las esculturas metálicas y realiza experiencias con diversas técnicas: fotocopia, arte postal, heliografía, grabado, libro de artista, etc. Autor de numerosas publicaciones, entre ellas: Escrito en el aire (1964), Palabras Ajenas (1966), Nosotros no sabíamos (1976), Hombres (1984), Cuadro escrito (1984), La Basílica (1985), Parahereges (1986), Biblia (1989), Imagens (1989), Exégesis (1993), La bondadosa crueldad (2000) y Prosa política (2005). Participó en congresos de historia del arte y publicó gran parte de sus artículos en el diario Página 12, para el que también ilustró la edición en fascículos del libro Nunca más, informe de la CONADEP sobre los crímenes de la última dictadura militar en Argentina. Su exposición Infiernos e Idolatrías (Instituto de la Cooperación Iberoamericana, 2000) y su muestra retrospectiva (Centro Cultural Recoleta, 2004) provocaron intensos debates y agresiones por parte de simpatizantes de la Iglesia Católica.
Ha realizado una muestra antológica en la Pinacoteca do Estado, en San Pablo, Brasil, en octubre de 2006 y, simultáneamente, en la Bienal de San Pablo. En 2007 expuso en la Documenta 12, de Kassel, Alemania; en la 6° Bienal del MERCOSUR, en Porto Allegre, Brasil; y en la 52° Exposición Internacional de Arte Bienal de Venecia, Italia, en la que obtuvo el León de oro.
A lo largo de estos años, en el marco del programa de incorporaciones de obras contemporáneas de creadores argentinos, el Museo Castagnino+macro reunió el conjunto más amplio de obras de León Ferrari que existe en instituciones del país. Éstas, fechadas entre 1976 y 2009, ponen en foco las principales etapas de producción de este polémico artista.
Andrea Giunta, “Perturbadora belleza”, en: Giunta, Andrea (ed.), León Ferrari. Retrospectiva. Obras 1954-2004, cat. exp., Buenos Aires, Centro Cultural Recoleta, Malba–Colección Costantini, 2004, p. 17.