Un conjunto de jóvenes que inventaron un estilo: en el cruce de los géneros, en la vereda de la libertad, por la calle de una ciudad con el Paraná vibrando, ellos aparecen en la historia. Son parte de la generación que le cambió la música e inventó ese artefacto único e irrepetible llamado rock nacional.

Los llamaron “la trova”, andaban reunidos, inventando las canciones más hermosas, los arreglos más innovadores y un aire nuevo increíble que olía a agua, a urbe, a grupo, a juventud. Con una estética poderosa, principalmente sostenida en los rasgos del rock, aunque también atravesadas por el tango y el folklore, canciones con una poética, una sonoridad y arreglos singulares, este grupo, marcó de forma trascendente la música popular argentina. Algunas canciones fueron el paradigma de la década, dejaban atrás la dictadura y sus armonías, llevaban dentro el vértigo de crecer, de abrirse como propaladoras en estadios y pequeños locales.

Son de colección y siguen creciendo, son tan jóvenes como entonces porque su música la llevan en el corazón y en el alma varias generaciones de argentinos. Han venido a afirmar que la democracia es posible, que con amor gira el mundo y que no todo se termina con la lluvia ni en tiempos difíciles. Son el origen de una oración, una manera de las identidades, son tus derechos y tus emociones, son lo que vos hiciste con sus cantos.
Son Juan Carlos Baglietto, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Fabián Gallardo, Rubén Goldín y Silvina Garré que están de regreso para seguir deleitando con sus historias hecha canción.

Viernes 6, sábado 7 y domingo 8 de diciembre a las 21:30 hs.
Teatro El Círculo – Laprida 1235

La trova rosarina es el nombre de un movimiento dentro de la música argentina en general, y del rock argentino en particular, que apareció a inicios de los años ’80 en la ciudad argentina de Rosario. Musicalmente la trova rosarina fue importante porque se caracterizó por ser una fusión de varios géneros musicales, lo que llevó a que en el género hubieran canciones más cercanas al rock, otras al folklore argentino, tango, ritmos rioplatenses, canción de protesta, música ciudadana o pop melódico. Lo que tenían en común era sus artistas son de Rosario. No obstante, cabe destacar que en un principio el movimiento no tenía nombre, no se llamaban a sí mismos trova rosarina y los integrantes tampoco provenían de un mismo género musical.

La aparición del disco Tiempos Difíciles de Juan Carlos Baglietto y el éxito en su presentación en el estadio de Obras y en otros escenarios nacionales en el año 1982, son referencias cronológicas para la aparición de este movimiento que perdura hoy, casi 40 años después con una actividad sostenida con los personales rasgos de sus proyectos individuales, repertorios renovados y de gran influencia en generaciones posteriores.

La banda se caracterizó, desde su inicio, por tener letras que hablaban abiertamente de la situación que se vivía en el país con la dictadura. El auge se dio entre el 1982 y 1983, cuando las bandas locales llegaron a la radio, luego de años de fuerte censura. El grupo nació integrado por Juan Carlos Baglietto, Fito Páez, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Adrián Abonizio, Rubén Goldín y Lalo de los Santos. Con la llegada de la democracia ingresaron nuevos ritmos al país y los participantes de la trova fueron abriéndose entonces caminos separados en la música.

La banda se volvió a reencontrar para el Festival Nacional de Folclore de Cosquín 2019. La nueva versión está conformada por Silvina Garré, Juan Carlos Baglietto, Adrián Abonizio, Jorge Fandermole, Rubén Goldín y Fabián Gallardo. Fue la primera presentación luego de largos años e incluso tras la muerte de uno de los originales, Lalo de los Santos, fallecido en 2001. También este año se presentaron en la última fecha del Festival Únicos 2019, realizado en febrero, en el Teatro Colón, donde sorprendió su reencuentro e hicieron emocionar y cantar al público.