Gonzalo Maciel, Federico Gloriani y Homs exponen sus producciones en El Centro de Expresiones Contemporáneas, ubicado en avenida de las Artes y el río, desde el miércoles 18 de agosto. Las visitas son por orden de llegada de jueves a sábado de 16:00 hs. a 20:00 hs., respetando el protocolo vigente. La muestra se podrá visitar hasta el 4 de septiembre inclusive.

Los artistas que exponen como parte de la muestra Trío Tecno son:

●Gonzalo Maciel con Todos los colores del horizonte.
●Federico Gloriani con Aplicación de las leyes de la Termodinámica y de la Teoría Cinética de los Gases al estudio del arte.
●Homs con Versos Eléctricos.

Todos los colores del horizonte
Gonzalo Maciel

¿Existirá una posibilidad de unir todos los colores del horizonte en una obra? En verdad, los colores que se ven en el cielo están compuestos por el rojo, verde y azul; los colores primarios en luz. Utilizando estos tres tonos uno puede generar toda la gama cromática visible en el firmamento, y más. Son justamente estos tres colores los que se utilizan para generar las distintas combinaciones lumínicas presentes en la instalación. En esta búsqueda por crear su propio atardecer, Gonzalo Maciel descubrió la posibilidad de generar un sinfín de sensaciones cromáticas a través de las leyes de la física, con el recurso plástico de la luz.

Gonzalo Maciel nació en Buenos Aires en 1990, donde actualmente vive y trabaja. Sus obras se caracterizan por el uso de la luz como recurso plástico principal; el empleo de las leyes de la física para componer su paleta de colores; la utilización de fenómenos ópticos para potenciar la estimulación cromática, y la inspiración en el atardecer como elemento retórico.

Es Técnico en Historia del Arte UMSA (2013). Su principal formación como artista deviene de las clínicas que ha realizado a través de Becas obtenidas y talleres particulares. Ha sido beneficiario de la Beca EPAC a cargo de Augusto Zanela y Manuel Amestoy (2014); Beca PAC a cargo de Rodrigo Alonso, Gabriel Valansi, Carlos Herrera, Rafael Cippolini y Eduardo Stupia (2013), y Beca en Casa Escuela de Arte a cargo de Héctor Médici, Dolores Casares, Eduardo Médici, Jorge González Perrín y Ernesto Pesce (2007).

Ha sido seleccionado en la Bienal de Bahía Blanca (edición 2019 y 2017) y en la Bienal Arte Joven (2017). Ha participado del Premio Itaú (2019), del Salón Feliz Amador (2018) y del Premio Proyecto A (2017).

En sus exposiciones individuales es habitual encontrar espacios intimistas donde el color invade la sala y se potencia con sus ambientaciones sonoras, entre sus muestras se destacan: ‘Proyecto Horizonte’, Curada por Laeticia Mello en Galería Ziliensky, Barcelona (2019); ‘¿Qué tan lejos está el Norte?’ en el Centro Cultural Recoleta, BA (2016), y en el Xirgu Espacio Untref, BA (2015). Su obra forma parte de colecciones privadas en Argentina, Brasil, Estados Unidos y Europa.

Aplicación de las leyes de la Termodinámica y de la Teoría Cinética de los Gases al estudio del arte
Federico Gloriani

Las obras Norberto Púzzolo y Mariana De Matteis (artistas rosarinxs) son estudiadas como si fuesen gases ideales, calculando su volumen, su presión y su temperatura. Una vez obtenido estos datos se ponen ambos sistemas en contacto para forzar un equilibrio térmico entre ambos.

Federico Gloriani nació en Pergamino, en 1985. Es egresado de la UNR. En sus proyectos se puede ver un uso experimental de las tecnologías de la comunicación, sobre todo aquellas obsoletas o en vías de obsolescencia.

Hizo transmisiones piratas de radio FM y televisión de aire, realizó experiencias comunicativas con teléfonos fijos y telégrafos, y actualmente se encuentra investigando algunos dispositivos de comunicación eléctrica el siglo XIX. En sus trabajos articula la aplicación del método científico con investigaciones poéticas.

Fue parte de los equipos de Sub Escuela (una escuela portable de formato horizontal) y de Espacio Lab (programa de arte, ciencia y tecnología).
Actualmente coordina junto a Julia Levstein la biblioteca de arte contemporáneo América Elda Nancy y es docente en la Escuela Especial ETNADE.
Participó del programa Plataforma Futuro (2016). Salón Nacional de Rosario (2015 y 2016), del Salón de Mayo en Santa Fe (2019), del Premio Itaú de Artes Visuales (2018 y 2020). En 2018 obtuvo una Beca Creación del FNA. Recibió el Premio Federal de Arte Contemporáneo (Feria Mercado de Arte, Córdoba, 2017) y el Primer Premio en el Concurso de Arte y Tecnología del FNA (2018).

 

Versos Eléctricos
Homs

¿Existe lógica donde no se puede establecer sentido? ¿El ritmo antecede a la intención? ¿“Inmutable” y “repetición” son sinónimos en algún punto de la recta? ¿Círculo y cuadrado, regidores de Occidente, representan su ruina? ¿Es contraproducente sembrar incertidumbres frente a tanto discurso asertivo? ¿Germina la tinta en suelo digital? ¿Cian de la corriente alterna? ¿Pigmento verde mineral? ¿Mouse? ¿Plumín? ¿Papel? ¿Pixel?
¿Fronda escéptica o desmonte idiota? ¿Pregunta o credulidad? ¿Salud o negocio? ¿Enfermedades artificiales para ganado manso?
¿Inteligencia o hambre? ¿Arte o vacuidad en el peor sentido? ¿Hacer cosas bellas resulta perturbador? ¿Ver es leer y a la vez recibir la descarga?
¿Es pertinente embeber a la rima de electricidad? ¿Cuánto risco hay en el verso blanco?

Versos Eléctricos es una secuencia de 54 animaciones con un tiempo de exposición de 10 segundos cada una montadas en loop. Una obra de animaciones que el artista crea desde diferentes métodos logrando hacernos salir de este mundo terrenal.
Las animaciones provienen de tramas trazadas sobre la pantalla o bien de dibujos hechos con tinta o máquina de escribir sobre papel.

Homs, 24 de Septiembre del 2020, a 56 años del primer cuestionamiento de Mafalda.

Homs nació en Totoras, Santa Fe en 1965. Es escritor y artista plástico autodidacta. Desde el ‘92 hasta ahora publica contratapas en el diario Rosario12 y cuenta con 7 libros de poesía editados de manera independiente. Sus libros de poesía publicados son: Baño; Toma Matáte; Yo ví llorar a Dios; Volumen 4; Tilt; 6 homs 7 cruces; Diario Homs. No posee premios ni distinciones, nunca logró ingresar al Salón Nacional de Rosario.

«En 2012 iniciamos una propuesta: un artista de trayectoria invitaba a dos emergentes a compartir muestra en el CEC. La primera, ese año, se llamó “Papá ¿me llevás al CEC?” Adolfo Nigro (a quien recordamos con mucho afecto) invitó en esa oportunidad a Yuyo Gardiol y Ariel Torti, incipientes artistas en ese momento. Seguimos con “Encuentros no tan fortuitos” donde ya la distancia no era tan extrema pero había un núcleo anfitrión, representado en este caso por Carlos Herrera, cuyos invitados fueron en esa oportunidad Studio Do Gozo y Martín Pazienzia.

Ahora. Recordamos aquella idea pero nuevamente desplazada. Darío Homs tiene una trayectoria que lo avala aunque primeramente desde las letras. Su producción sigue teniendo a la escritura como sustento, sólo que no desde el lugar de vehículo comunicacional ni tampoco del de la “poesía” en sentido tradicional, sino desde un espacio que puede resultar paradójico: el de su visibilidad. Escritura no como texto sino como huella o, en algunos casos, como momento entre esas dos instancias irreductibles (si pensamos con Foucault).

Entonces. Homs invita a Federico Gloriani y a Gonzalo Maciel, quienes no están en una situación “emergente” si se piensa en términos de recorrido, pero sí en cuanto a la exploración constante de lenguajes no plenamente transitados. Maciel desde su obsesión con la luz reinstalando una historia que se renueva en sus producciones. Gloriani en un cruce nunca centrado entre teoría y práctica, concepto y técnica, pares que resultan constantemente asediados por sus producciones. Este es el lugar en el que se encuentran los tres: lugar lejos de la homogeneidad de las tradiciones que han recorrido y enclaustrado al arte durante tanto tiempo –técnica, estilo, poética, etc– , lejos de la identidad que los uniría en un mensaje común.

Espacio que se hace común porque los tres han encontrado en formatos habilitados por tecnologías contemporáneas su espacio de producción: lugar que se hace común desde las diferencias que retroalimentan la diversidad que transita la contemporaneidad si no se queda anclado al deseo –más moderno que contemporáneo– de novedad pero sí vinculado a un principio (que también nos llega de la modernidad) que sigue habilitando esas diferencias, el de experimentar lo que emerge». Roberto Echen, Director artístico del Museo Castagnino + Macro – Curador de artes visuales CEC