El 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se cumplen 43 años del último golpe de Estado cívico-militar y el Museo de la Memoria (Córdoba 2019) propone actividades conmemorativas para todo público.

La muestra se podrá visitar hasta octubre y se conformará de material alojado en el Centro Documental Rubén Naranjo, fotografías, registro audiovisual y archivos de prensa relacionados con el décimo aniversario de las audiencias de los juicios contra los genocidas en Rosario. Esta exhibición es producida junto a la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno de Santa Fe.

Horarios:
Martes a viernes de 13 a 19 hs.
Sábados y domingos de 16 a 19 hs.

Inaugura: Viernes 22 de marzo – 19:00 hs.
Del 22 de marzo al 6 de octubre
Museo de la Memoria – Córdoba 2019

Hace diez años nuestra ciudad alcanzaba los estándares mínimos establecidos por la comunidad internacional en materia de derechos humanos. Rosario se sumaba, celebrando el primer juicio oral y público a los procesos de verdad, memoria y justicia que se sucedieron en todo el territorio nacional.

Esta primera audiencia de debate, traza una marca sobre el territorio judicial rosarino, una bisagra que modifica para siempre el relato oficial de los crímenes más terribles de nuestra historia reciente. Los nombres de los hombres y mujeres que fueron el objetivo claro del Estado genocida, en el relato del Poder Judicial, pasaron de ocupar el lugar de imputados en causas fraguadas al de sobrevivientes del horror.

El camino que la Argentina retomó luego de la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida es un avance que tuvo su punto de partida hace ya más de treinta años, en 1985, con el llamado Juicio a las Juntas y que aún hoy no se detiene. Este fue el único caso en la historia de América Latina en que las principales autoridades de un gobierno durante el cual se perpetraron masivamente crímenes contra la humanidad fueron llevadas ante la Justicia para rendir cuentas. El único caso en el mundo en que un genocidio es juzgado en el territorio donde ocurrió el crimen y por jueces naturales, no por tribunales creados al efecto.