La obra es una sutil indagación de las relaciones interpersonales, a través de esos seres que chocan y se humillan incesantemente, para volver luego al apego.
Alice y Edgard conviven sumergidos en una relación llena de paradojas, marcados por el odio, el amor, el resentimiento, la rutina y el deseo de venganza. En su vínculo transitan el «infierno» y el «paraíso», presos de sus pasiones y contradicciones chocan y se humillan incesantemente para volver luego al apego. Es un ring interminable de un amor retorcido que los envuelve y los mortifica.
Danza Macabra expone las relaciones interpersonales e invita a reflexionar sobre los modos de vincularse amorosamente. En esta danza que propone Strindberg, los personajes bailarán en este infierno intentando recuperar el paraíso, lucharán incansablemente por volverse a encontrar, a mirarse, a descubrirse en el otro, resistiéndose a lo inevitable. Una magistral ambigüedad, muy parecida a la vida…
¡Bailemos nuestra danza macabra!
Tanto El Sueño, La Sonata de los Fantasmas, como Danza Macabra, son obras de Strindberg interrelacionadas, que marcan etapas claras por las que atraviesa el autor. Danza Macabra fue escrita en 1900, publicada al siguiente año, pero su estreno se realizó ocho años después, en su Teatro Íntimo. En esta gran obra Strindberg lleva al límite su mirada descarnada sobre el matrimonio. El matrimonio es un infierno, en donde dos personas, deciden sumergir sus vidas en una lucha constante con el otro, donde los sueños se pierden, y el «ahogo» parece ganar.
En esta oportunidad el Grupo Centro Experimental Rosario Imagina presenta Danza Macabra, de August Strindberg, con la coordinación general de Rody Bertol, la dirección de Mariana Pevi y Natalia Trejo
El elenco está conformado por: María Eugenia Ledesma, Alejandro (Chavo) Ghirlanda, Germán Capomassi, Gisela Sogne, Diego Bollero, Adrián Moriconi, Pamela Di Lorenzo, Gabriela Soverchia
Sábados de mayo y junio a las 22:00 hs.
Centro de Estudios Teatrales (CET) – San Juan 842
El Centro Experimental Rosario Imagina (grupo con más de 25 años de trabajo ininterrumpidos, que se sigue consolidando como uno de los referentes teatrales de nuestra ciudad, distinguido por el Concejo Municipal de Rosario en el 2017), luego de sus últimas creaciones artísticas (Heroínas, Enter Dylan, El Arbolito Rojo) decide llevar a escena una obra clásica, es así que elige para ello a Strindberg, uno de los más importantes dramaturgos en la historia del teatro, con su obra Danza Macabra.
Ya por el año 1993 Rody Bertol (director del grupo), decide ahondar en el mundo de Strindberg y dirige El Sueño, obra que realizó temporadas a lo largo de tres años consecutivos, participó del Festival de Teatro premiado de Rosario en el año 1994 (Parque España), y de la Bienal de Córdoba en 1993. El segundo abordaje fue con la obra La Sonata de los Fantasmas en 1999, la misma fue ganadora del Festival Regional de Teatro en la Provincia de Córdoba y continúo realizando tres años consecutivos de temporada en la ciudad de Rosario.
Dice Gustavo Rody Bertol: “desde aquí, desde este lugar que tanto quiero, debajo de un ciprés (hoy vestido para la ocasión fantasmalmente) les escribo para contarles lo orgulloso que me siento, de haber participado del montaje de Danza macabra de Strinberg. Una creación colectiva de todo el equipo de Rosario Imagina, que conlleva dos grandes desafíos: la envergadura del autor, y el trabajo entre pares”.
Agrega, “Danza Macabra es el tercer Strinberg que Rosario Imagina pone en escena (luego de El sueño y La sonata de los fantasmas) en este caso, en un formato de cámara. Y es la primera vez que presentamos una obra en el CET, una emblemática sala del teatro independiente de Rosario. Una cálida y pequeña sala que ha albergado grandes obras. La versión de Danza macabra que les presento, ahonda el tema del matrimonio como el paraíso y el infierno, de las relaciones humanas. Adoro a Strinberg, y creo que esta obra es un gran trabajo de todo el equipo de Rosario Imagina. Les dejo una posdata de lujo, un fragmento del texto que Alberto Ure nos escribiese a raíz del primer Strinberg que estrenamos. Abrazo y los esperamos”.
P/D:
“Ojo: Strindberg es el teatro. Si él no hubiera existido, lo que hoy llamamos teatro sería otra cosa, mucho más estúpida, y todos nosotros seríamos más tarados todavía. Él es el teatro puro, el salvajismo de la representación, el horror de lo artificial que se muestra verdadero. No hay, en la historia del teatro (y 2.500 años no son joda), otro como él. No es el mejor, ni el más completo, ni el más genial; pero no hay otro como él.
A veces he pensado que Strindberg es al teatro lo que Gatica es al boxeo criollo. Una bestia indispensable, un organizador de la gramática. Sin Gatica nadie hubiera gozado de la elegancia de Locche. Nicolino hubiera finteado en la oscuridad absoluta de nuestra ceguera. Pongo este ejemplo popular para que se entienda que Ibsen sería inapreciable sin Strindberg. Siendo un dramaturgo genial, muy superior a Strindberg.
Es el Mercante de Perón, el Engels de Marx, el Trotsky de Lenin, el tío que sabe la verdad que el padre arrogante oculta. Strindberg es todo el naturalismo que hubo en este planeta, porque lo muerde, lo mastica, lo traga, lo digiere, lo vomita, lo deyecta. Lo usa con tal pasión antinaturalista que le dibuja los bordes exactos con puntilloso amor.” Alberto Ure – Sacate la careta.